El control de la jornada de trabajo estaba implantado en España en muchas grandes empresas, pero con el cambio legislativo del pasado mes de mayo de 2019 ahora esto se ha convertido en una obligación para negocios de todo tipo y de cualquier tamaño, convirtiéndose el software de control de jornada en una de las alternativas más usadas.
La tecnología no es obligatoria pero sí muy necesaria
El Real Decreto-Ley 8/2019 establece la obligatoriedad de hacer un registro de la jornada laboral de cada empleado, pero no especifica cómo ha de hacerse. Sin embargo, sí se desprende de esta norma la obligatoriedad de que la empresa conserve los datos durante cuatro años.
No se impone la necesidad de utilizar un software u otros elementos tecnológicos, pero está claro que las condiciones en las que hay que hacer el registro, y la necesidad de conservar los datos durante tanto tiempo, hacen que el uso del software para control de jornada esté más que recomendado en estos casos.
Ahorrando tiempo al trabajador y a la empresa
En el mundo de los negocios el tiempo es un activo con un valor incalculable. A medida que avanza el proceso de transformación digital se apuesta por la automatización para acabar con las tareas tediosas y repetitivas que no solo quitan tiempo sino que pueden llegar a desmotivar a la plantilla.
Con la implantación del control horario obligatorio el trabajador se encuentra ahora con un trámite más que tiene que realizar a diario y además varias veces. Por su parte, la empresa debe encargarse de controlar que todo el mundo esté fichando y de que los datos se estén almacenando correctamente.
Estos problemas son especialmente fáciles de observar en aquellas empresas que no abogan por un cambio de mentalidad y no han optado por la tecnología, siguiendo el tradicional sistema de firmar un folio. Esto al final lleva a irregularidades porque los trabajadores para ahorrar tiempo rellenan de una vez el horario de entrada y salida de toda la semana o incluso de todo el mes, sin que esa información sea cierta. Mientras, la empresa se ve obligada a aumentar su volumen de papel e implantar un sistema para gestionar esta documentación y guardarla durante cuatro años en buen estado.
Por el contrario, en aquellas empresas en las que se ha decidido usar un software especializado, el control de la jornada ha tenido una implementación mucho más sencilla. Los trabajadores pueden fichar de diversas formas, incluso hacerlo desde su móvil, y todos los datos se vuelcan en un fichero automatizado. El resultado es un ahorro de tiempo y de preocupaciones para empresa y trabajadores.
