La seguridad de la impresión debería ser un imperativo en cualquier empresa. Un problema con los datos sensibles de los clientes que se manejan podría dañar de forma definitiva su reputación y desembocar en problemas legales con un alto coste financiero, además de la pérdida de confianza.
Los volúmenes de información gestionados son cada vez mayores y los requisitos que se deben cumplir para mantener la privacidad de esos datos son muy exigentes. No obstante, siempre tendremos que tener en cuenta que, tanto empleados como socios y clientes, deben tener acceso oportuno a los datos.
Tal y como hemos visto en los últimos tiempos, en la era del Internet de las Cosas (IoT en sus siglas en inglés), las probabilidades de ser objetivo de un ataque de hackers aumentan. Muchas de las antiguas impresoras, e incluso las más nuevas e inteligentes, no se libran de este problema. Es de vital importancia que las organizaciones comiencen a trabajar proactivamente en la seguridad de la impresión para que, manteniendo la productividad, puedan evitar que, a través de estos dispositivos, se proporcione una entrada a la red corporativa.
La pérdida o violación de datos sensibles puede salirle muy cara a una empresa. Es necesario mantener un nivel de seguridad de la impresión adecuado para poder garantizar que los datos corporativos y de clientes están protegidos. Tanto fabricantes como proveedores de servicios de impresión evalúan y desarrollan de forma continua productos y servicios que mejoran la seguridad. Si tienes dudas acerca de lo que debes hacer en tu empresa, no dudes en pedirles consejo.
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