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Cuando disponemos de los empleados más cualificados y con el mayor talento es cuando realmente empezamos a ser una referencia en el mercado. A fin de cuentas, cualquier empresa es tan competitiva como lo son los trabajadores que forman parte de ella.
En este post vamos a desgranar algunas de las claves que se deben tener en cuenta a la hora de elegir al personal de una empresa. Nos centraremos en cuestiones más allá de la formación, la experiencia y el propio currículum vitae.
En primer lugar, destacamos la importancia de la motivación. Por muy bien que encaje el currículum de un candidato en el puesto de trabajo que ofertamos, de nada servirá si esa persona no está motivada para desempeñar las tareas que necesitamos de ella. Por ejemplo, un comercial puede tener excelentes aptitudes para la venta, pero si no le gusta vender, difícilmente podrá desempeñar un buen trabajo como tal. De hecho, es muy probable que abandone el puesto tan pronto como le resulte posible, es decir, tan pronto como encuentre otro que le motive más.
Por esta razón es tan importante medir el nivel de motivación del personal de una empresa. De hecho, es recomendable evaluarlo antes de que una persona entre a formar parte de la plantilla. Si vemos que un candidato, por muy bien que encaje con el perfil que buscamos, no se muestra a gusto con la idea de desarrollar su carrera profesional ligada al puesto de trabajo que le estamos ofreciendo, será preferible elegir a otra persona que, aunque no esté tan cualificada, muestre una motivación mayor.
Muy ligada a la motivación se encuentran las emociones. La importancia de la inteligencia emocional a la hora de elegir al personal de una empresa es determinante. Entendemos dentro de este concepto la gestión de las propias emociones, como por ejemplo la capacidad para afrontar el estrés o la resiliencia para sobreponerse a situaciones conflictivas y de presión, pero la inteligencia emocional también abarca la gestión de las emociones ajenas. En este sentido, la empatía para el trato con el cliente o con el propio equipo de trabajo y el carisma para generar buenas sensaciones y gustarles a las personas de alrededor son dos de los ejemplos de mayor peso que, muchas veces, se volverán decisivos a la hora de desempeñar un puesto de trabajo.
Y ya que hablamos de inteligencia emocional, no debemos dejar de lado el concepto de inteligencia a secas. ¿Qué entendemos por inteligencia? Hay una gran cantidad de definiciones válidas para este término, pero en lo que respecta al personal de una empresa la entenderemos como la capacidad para resolver problemas en el puesto de trabajo. En función del tipo de problema al que nos enfrentemos, podremos hablar de inteligencia creativa si para resolverlo se usa el pensamiento lateral, de inteligencia interpersonal si para resolverlo se echa mano de las habilidades sociales o de inteligencia lingüística si para resolverlo se utiliza el lenguaje escrito. Hay tantas formas de inteligencia como clases de problemas, y cada una de ellas nos permitirá resolver uno u otros.
Muchas empresas utilizan diversos test para medir la inteligencia de los candidatos a un puesto de trabajo. En el caso de que decidamos recurrir a una de estas herramientas, debemos recordar que no será suficiente con ceñirnos a los clásicos test de CI o psicotécnicos. Estos test, que son los más empleados para hacer criba, por lo general solo miden la cultura y un tipo de inteligencia: la lógico-matemática. Sin embargo, como acabamos de ver, existen muchos más tipos de inteligencia. Lo más sabio será, entonces, preguntarnos qué habilidades son necesarias para el puesto de trabajo que estamos ofertando y, en función de las mismas, elegir un tipo de test u otro. Por ejemplo, si necesitamos a un candidato que discurra ideas para lanzar productos innovadores al mercado, los test que nos resultarán de mayor ayuda serán los que contribuyan a obtener una estimación de la inteligencia creativa y de la inteligencia financiera.
Estos han sido algunos consejos breves que ayudarán al lector a elegir mejor al personal de una empresa. No son los únicos que existen, por supuesto, pero si comienzas por aplicar estos, podrás comprobar cómo tu proceso de selección de personal se vuelve cada vez más eficaz.
Estrategias para la gestión de los recursos humanos en la empresa