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A lo largo de los últimos años se han producido dos tendencias dentro de la mayoría de empresas. La primera ha recaído en el aumento de los presupuestos de seguridad dirigidos a cubrir la estabilidad de las redes. La segunda se ha manifestado en la adopción de impresoras wifi e impresoras portátiles en el entorno de la oficina, lo que ha propiciado una importante serie de mejoras en el día a día. Pero de manera extraña lo que no han hecho las empresas ha sido reforzar los niveles de seguridad asociados al uso de este tipo de impresoras.
Un grave error, puesto que la señal Wi-Fi tiene una mayor relevancia en términos de seguridad de lo que se podría imaginar y dejar un camino abierto por el cual pueda entrar un individuo peligroso es un gran riesgo. Por eso es imprescindible que las empresas sean conscientes de la importancia de aumentar la seguridad de sus redes Wi-Fi, especialmente de aquellas en las que disponen de un buen número de dispositivos conectados.
Para poder paliar esta situación, hoy hablaremos de los métodos más adecuados para reforzar la seguridad de las redes Wi-Fi en la empresa y así evitar situaciones adversas.
Cloud computing y movilidad en la empresa.
Hay que saber diferenciar los usuarios que forman parte de nuestra empresa y aquellos invitados que puedan necesitar acceder a la red inalámbrica por algún motivo determinado. Por suerte, la arquitectura Wi-Fi actual permite la creación de redes separadas a las que se conecten estos invitados.
A día de hoy las empresas tienen puntos de acceso en todos los rincones de sus oficinas. Y aunque es habitual que estos sistemas no puedan ser robados con facilidad, nos debemos asegurar de que cada punto de acceso está protegido por una sólida contraseña, ya que la movilidad que nos proporcionan las impresoras wifi tiene sus riesgos y sus ventajas.
A veces se puede creer que si tenemos oportunidad de dar más cobertura de Wi-Fi será necesario hacerlo. Pero en la administración de la empresa nos tenemos que asegurar de que la señal es la correcta para cubrir las instancias de la oficina, asegurándonos de que esta no llega al exterior. Esto evitará conflictos y posibles riesgos por parte de personas que no tengan que entrar en nuestras dependencias.
Durante la gestión de una red inalámbrica no podemos obviar el riesgo de que personas indeseadas utilicen puntos de acceso no autorizados para acceder a nuestro sistema. Por eso debemos tener herramientas que nos permitan monitorizar el entorno y que así no haya dificultades. También podemos hacernos con sistemas que eviten intrusiones externas en nuestra red Wi-Fi.
La administración de la red inalámbrica también se tiene que aplicar al mantenimiento de una correcta salud de nuestro sistema en relación a los dispositivos móviles que se conectan. Los terminales que se detecten que no sean seguros se podrán dejar en cuarentena y limitar su volumen de acceso.
Uno de los mayores errores que se pueden cometer implica no tener el software de la impresora actualizado de manera adecuada. Las funciones de seguridad de este tipo de hardware se potencian con cada actualización, garantizando así que no se producirá ningún tipo de brecha. Por eso cada negocio debe ser consciente de que su impresora tiene que estar actualizada y siempre con las últimas novedades aplicables instaladas.
Es muy cómodo que si se produce algún tipo de altercado en el uso de la impresora, como un fallo de seguridad, lo que pensemos es que se trata de un problema de la máquina. Pero es posible que todo se haya producido debido a un error humano, quizá porque un empleado no ha prestado suficiente atención en uno de los procesos. Por eso, es fundamental asegurarse de que los trabajadores que vayan a tener contacto con la impresora tengan la formación adecuada que impida este tipo de situaciones de riesgo. También será necesario supervisar los procesos, al menos hasta tener garantía de que todo avanza de forma satisfactoria.
Las impresoras inalámbricas tienen grandes ventajas y resultan muy beneficiosas para todos los negocios, pero también tienen sus riesgos tal y como podréis haber visto. Por eso los expertos en seguridad recomiendan encriptar todos los datos que pasan por ellas.
A veces lo más sencillo es lo más recomendable, y eso implica que tengamos que pasar a configurar un sistema de protección WPA2 para que la red Wi-Fi esté mejor protegida. Este programa de certificación aumenta la seguridad y evita situaciones indeseadas.
Si no realizamos los controles adecuados en el entorno de la impresora inalámbrica nos someteremos a ciertos riesgos entre los que un uso no autorizado de la misma será el más básico. Podemos arriesgarnos a más problemas por no encriptar los trabajos de impresión, como el acceso externo por parte de ciberdelincuentes. En este aspecto un hacker podría alterar el rendimiento interno de la impresora con encargos falsos o incluso llevar a cabo modificaciones en la configuración que resulten en problemas o en la imposibilidad de acceder al sistema en el momento en el cual lo necesitemos.
La mayoría de impresoras multifunción almacenan datos, por lo que si no están bien protegidas pueden suponer un camino a través del cual es posible que los hackers se cuelen. Estos delincuentes podrían acceder a información confidencial del negocio, así como del personal que trabaja en la empresa. Se pueden comprometer datos como información financiera, números de la seguridad social y documentos variados de alta confidencialidad. Son archivos que podrían suponer un riesgo si se compartieran de forma pública, así que por ello hay que mantener los historiales de la impresora borrados y las medidas de seguridad activas.
Desde una impresora wifi que no esté protegida la red al completo de la empresa se puede ver comprometida. Una sola impresora no segura y estaremos dejando una puerta abierta para que los hackers se cuelen en nuestro entorno corporativo. De un despiste como este puede nacer toda una situación de extrema importancia en la compañía.
Desde el departamento de sistemas hay que realizar un trabajo exhaustivo para asegurarse de que la red de impresoras inalámbricas se encuentran protegidas, listas con las últimas actualizaciones y supervisadas de manera que no se pueda producir ningún tipo de incidente. Un pequeño esfuerzo ahora significará que nos ahorraremos dolores de cabeza futuros y la necesidad de actuar de urgencia ante problemas de seguridad provocados por las impresoras.
Digitalización empresarial desde cero