Definiendo la llamada visión empresarial
Para averiguar en qué medida la transformación digital ha modificado la visión empresarial de las grandes compañías internacionales, tenemos que intentar definir qué se entiende por visión empresarial a nivel teórico.
La llamada visión empresarial podría definirse de varias formas:
- Conjunto de metas, objetivos y propósitos que desea alcanzar una organización de forma controlada y progresiva.
- Hoja de ruta ética, filosofía propia de trabajo que deben adoptar y seguir todos los miembros de la compañía en sus labores diarias.
- ADN de una empresa entendiendo como tal su filosofía corporativa, sus valores corporativos, la guía ética que debe seguir su plantilla a la hora de conseguir los objetivos marcados en cada proyecto, etc.
Los cuatro puntos cardinales de la visión empresarial
En líneas generales podríamos decir que una visión empresarial clásica tendría cuatro puntos cardinales básicos:
- ¿Dónde estamos?: situación actual de la compañía y valoración de nuestro mercado (empleados, socios, promotores, proveedores, competencia, clientes presentes, clientes futuros…).
- ¿Hacia dónde vamos?: situación futura ideal de la empresa para mejorar en el ranking de valoración del conjunto de nuestro público objetivo.
- ¿Cómo vamos a llegar?: plan de actuación que nos permitirá conseguir las metas fijadas.
- ¿Cómo controlamos las desviaciones?: sistemas de control y monitorización de actuaciones que nos impedirán desviarnos de la ruta marcada para llegar desde el punto actual hasta el punto futuro deseado.
Visión empresarial y transformación digital, el matrimonio perfecto
Si nos fijamos en las distintas definiciones teóricas de visión empresarial y en los cuatro ejes clásicos de cualquier visión empresarial al uso, enseguida nos daremos cuenta de la inmensa ayuda que suponen las herramientas digitales bien implementadas:
¿Dónde estamos? Gracias a las TIC podemos observar a nuestra compañía de forma global y en todas sus dimensiones: sistemas de producción, deficiencias en nuestra gestión del trabajo colaborativo, sistemas de atención al cliente, reputación corporativa digital, redes sociales…
¿Hacia dónde vamos? Convertir a nuestro negocio en un negocio digital no solo nos permite obtener una visión empresarial realista de nuestro DAFO actual, también nos permite proyectar ese futuro probable al que llegaremos en caso de no modificar ciertas actuaciones actuales.
¿Cómo vamos a llegar? Las principales herramientas digitales empresariales que hoy en día encontramos en el mercado son perfectas para ayudarnos a gestionar mejor nuestros recursos y a diseñar ese plan de actuación que nos permitirá conseguir las metas fijadas. Pero, además, la informatización de todos los departamentos de la empresa nos permitirá fijar metas individuales para cada uno de ellos, objetivos alcanzables y adaptados a la idiosincrasia de cada área empresarial: dirección, marketing, almacén, recursos humanos…
¿Cómo controlamos las desviaciones? Automatizar los sistemas de control y monitorización de actuaciones es imprescindible para una gran compañía multinacional con decenas de sedes, miles de empleados y millones de datos que procesar, entender y tomar de referencia para adoptar esa estrategia que nos permita controlar las posibles desviaciones del camino del éxito.
