Ventajas y desventajas del liderazgo participativo en la empresa
El liderazgo participativo es aquel que más tiene en cuenta las aportaciones del equipo.

Dentro de los diferentes estilos de liderazgo y sus claves, uno de los que están cobrando mayor protagonismo dentro del seno de las empresas es el liderazgo participativo.
El liderazgo participativo es aquel que más tiene en cuenta las aportaciones de los miembros del equipo y el que basa su toma de decisiones en dichas aportaciones. En este post vamos a ver cuáles son las ventajas y las desventajas de dicho estilo de liderazgo.
Ventajas del liderazgo participativo
- Mayor variedad de puntos de vista. Al escuchar y valorar las aportaciones que todos los miembros del equipo quieran hacer, aumentan las probabilidades de encontrar soluciones eficaces y eficientes. En otros estilos de liderazgo, cuando una sola persona es la líder, habrá quienes no se atreven a proponer nada, con lo cual se desaprovechan posibles grandes ideas. La variedad de puntos de vista que ofrece el liderazgo participativo también se ve plasmada en el feedback de las propuestas del líder: cuando el líder propone algo y otros miembros del equipo lo cuestionan (siempre con argumentos constructivos, por supuesto), se podrán detectar posibles errores o brechas antes de que se hayan invertido recursos en dicha propuesta unilateral.
- Mayor motivación, implicación y compromiso del equipo. Cuando los miembros de un equipo ven que tienen libertad para aportar sus ideas y soluciones, su motivación aumenta. Seguir órdenes no es motivador, y precisamente el liderazgo participativo es el estilo que más se aleja del clásico jefe que daba órdenes y que no permitía cuestionarlas. Además, cuando un grupo de personas actúa según lo que han propuesto, aumentan también la implicación y el compromiso.
- Mayor unión entre los miembros del equipo. Al establecerse un debate continuo, la empatía y la comprensión del punto de vista de los compañeros también aumenta y, con ello, la unión y los lazos emocionales. Y cuando reina un buen ambiente emocional en el equipo, el trabajo se realiza mucho más rápida, eficaz y eficientemente, gracias a que todos ayudan a todos.

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Desventajas del liderazgo participativo
- Imposibilidad de llevar a cabo todas las propuestas. La otra cara de la moneda respecto a la variedad de puntos de vista en el liderazgo participativo es que no se pueden llevar a cabo todas las propuestas hechas por los miembros del equipo. En estos casos, existe un riesgo de menor implicación y compromiso por parte de las personas que han propuesto o defendido una idea que finalmente no ha sido elegida. Para evitar situaciones así, deberá existir una figura que se encargue, en la medida de lo posible, de convencer realmente a todos los miembros del equipo de que la solución elegida es la mejor, lo que implica un gran manejo de la inteligencia emocional y, particularmente, de la influencia social, llegando incluso al punto de conseguir que las decisiones se tomen por unanimidad.
- Posibilidad de que la agresividad silencie a la creatividad. Cuando se pide escuchar ideas, se corre el riesgo de que las personas con personalidad más agresiva y que dicen las cosas de una forma más directa impidan que las personas más tímidas y retraídas se expresen abiertamente. Y si en un equipo coincidiese que la persona más tímida es la persona más creativa, se perderían muchas posibles buenas ideas. Por eso es necesaria la figura de un moderador empático, alguien que se vaya cediendo turnos de palabra y que anime a todo el mundo a participar sin permitir que nadie corte ni cohíba a nadie.
- Posibilidad de problemas personales. Derivado de la desventaja anterior, el liderazgo participativo es el que asume un mayor riesgo de que los choques entre distintas opiniones o puntos de vista se conviertan en algo personal, lo que haría insostenible continuar con este estilo de liderazgo. De nuevo, una figura moderadora y apaciguadora es necesaria para evitarlo.
En resumen: vemos que el liderazgo participativo cuenta con ventajas importantes, aunque también tiene sus desventajas. Sin embargo, si nos fijamos, vemos que las desventajas de este estilo de liderazgo pueden contrarrestarse con una figura que actúe como moderador, motivador, mediador y apaciguador al mismo tiempo.
Si lo hacemos correctamente, el liderazgo participativo puede convertirse en un gran aliado a la hora de alcanzar nuestros objetivos empresariales.