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Al hablar del concepto de firma electrónica cualificada, nos referimos a aquella firma que ha sido realizada en un soporte electrónico el cual vincula los datos de validación de una firma con una persona física o jurídica mediante un par de claves. Esta firma, para considerarse cualificada, tiene que haber sido expedida previamente por una Autoridad de Certificación Cualificada.
Sin embargo, existen varios tipos de firma electrónica, los cuales no debemos confundir, ya que cada cual posee unas características propias.
La firma electrónica y la firma electrónica cualificada, pueden parecer a simple vista lo mismo, pero no es así:
Hay que aclarar a su vez, que la firma electrónica cualificada contiene toda la información necesaria para identificar al propietario de la misma y en ella se recogen los siguientes datos:
Y es que, gracias a las medidas dispuestas en el Reglamento (UE) nº 910/2014 (Reglamento eIDAS), la firma electrónica cualificada posee una gran seguridad para todas las partes.
Por último, y para dejar clara la definición de firma electrónica cualificada, hay que conocer que existen dos variantes a la misma:
Entrados en terreno legal, la firma electrónica cualificada posee la misma validez que la firma manuscrita, por lo que cualquier documento que se haya firmado de este modo tendrá los mismos efectos que un documento firmado a mano.
Es decir, que al igual que la firma manuscrita, la firma electrónica cualificada es la demostración formal de un consentimiento ante un acto acordado, convirtiendo dicho documento en un documento privado.
Sin embargo, el uso de la firma electrónica cualificada va un paso más allá que la firma manuscrita y es que al emplear este sistema electrónico se identifica inequívocamente al firmante, evitando de este modo posibles suplantaciones de identidad.
Viendo esto, queda claro que la firma electrónica cualificada da un paso más en pro de la seguridad, haciendo que el traspaso de información en el plano online sea, todavía, más seguro para empresas y particulares.
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