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Elaborar un mapa de procesos es esencial para cualquier tipo de organización, pero es especialmente importante para las grandes empresas con múltiples departamentos y procesos productivos que generan una gran cantidad de información cruzada. El tema es tan importante que merece la pena dedicarle unos minutos de nuestra atención… y de la tuya. ¿Empezamos?
Como bien sabes, un mapa de procesos es una representación visual de todos los procesos productivos que realiza una empresa y de cómo se relacionan entre sí para alcanzar los objetivos fijados por la dirección de la organización.
Un objetivo importante de la elaboración de un mapa de procesos es detectar los fallos técnicos o humanos que revierten en pérdidas económicas para el conjunto de la organización, los errores en la recogida eficiente de datos y, muy importante, en el acceso inmediato, seguro y ágil a los repositorios de información corporativa por parte de los directivos que deben tomar decisiones importantes en un tiempo record.
Elaborar un mapa de procesos es relativamente sencillo, lo complicado es hacerlo de tal forma que sea realmente útil para todos y cada uno de los miembros productivos de nuestra empresa. También es más difícil elaborar un mapa de procesos cuando su número es alto y creciente, cuando los equipos de trabajo están localizados en diferentes puntos geográficos o cuando los departamentos tienen silos cerrados de información inaccesibles a otras áreas de negocio.
Para minimizar o evitar estas dificultades y elaborar un mapa de procesos realmente útil debemos seguir una serie de consejos o claves:
1. Elegir al grupo de personas que se encargarán de la elaboración y el seguimiento del mapa de procesos.
2. Identificar la misión, la visión y los clientes destinatarios de nuestros procesos productivos actuales.
3. Analizar las posibilidades de automatización de los procesos actuales.
La primera clave para elaborar un mapa de procesos que cumpla nuestros objetivos y los de nuestros clientes es tan lógica que a veces se nos olvida: reunir al mejor equipo humano. Un equipo selecto de profesionales con conocimientos y experiencia que se encargue de analizar:
Analizando en detalle estos y otros factores, el equipo humano que asignemos a la elaboración del mapa de procesos conseguirá el objetivo inicial que nos hemos planteado: plasmar qué hacemos, cómo lo hacemos y cuáles son los fallos que debemos subsanar para alcanzar los objetivos de nuestra organización a corto, medio y largo plazo.
Por nuestra experiencia, podríamos decir que la primera clave para elaborar un buen mapa de procesos es identificar claramente tres parámetros básicos:
La misión de cada uno de los procesos que realiza nuestra organización: ¿para qué sirven realmente esos procesos? ¿Cuáles son los objetivos generales y específicos de cada uno de ellos?
La visión presente y futura: ¿cómo ven los miembros de cada departamento los procesos que llevan a cabo? ¿Qué es lo que más y menos les gustan de esos procesos? ¿Cómo les gustaría que fueran?
Los clientes destinatarios de cada uno de los procesos. ¿A qué grupo objetivo tienen que satisfacer los procesos de nuestra organización? ¿Cómo es su perfil actual? ¿Cuáles son sus necesidades generales y específicas? ¿Cuál es su percepción y experiencia actual?
Una vez hayamos seleccionado al equipo de trabajo idóneo para crear el mapa de procesos actuales de nuestra organización y hayamos plasmado en papel tanto la misión, como la visión y los clientes destinatarios de cada uno de los procesos, llegamos a la tercera clave que nos garantizará el éxito de nuestro mapa de procesos: identificar y anotar las posibilidades de automatización de cada uno de ellos y del conjunto de la organización. Esa automatización en la toma de datos, su procesamiento y acceso seguros y en tiempo real será una de las claves del éxito del necesario mapa de procesos.
¿Estás de acuerdo con estas claves? ¿Añadirías alguna más? Escribe un comentario…
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