El uso de tarjetas de plástico o PVC (Policloruro de Vinilo) está a la orden del día; incluso se podría decir que algunas tienen un impacto y relevancia importante en la vida de muchas personas y empresas. Algunos de sus principales usos son: tarjeta bancaria, tarjeta sanitaria, tarjetas de puntos de cualquier establecimiento, controles de acceso, acreditaciones, tarjetas de visita, etc… es decir, muchas son las aplicaciones que puede tener una tarjeta de este material, pudiendo llegar a reportar beneficios y mejoras de eficiencia a empresas, principalmente, por su imagen e impacto hacia los clientes. Es por ello que, el poder disponer de una impresora de tarjetas PVC puede resultar muy interesante para las empresas o particulares.
El material del que están hechas, PVC, es una mezcla química entre carbono, cloro e hidrógeno; materiales que, bajo la acción del calor, se reblandecen y se puede moldear de forma sencilla. Existen distintos tipos de tarjetas: de PVC compuesto, de colores metalizados, pre-impresas, key-tag (multiaplicación), tarjeta convencional, etc…
Cloud computing y movilidad en la empresa.
Hoy en día, es posible adquirir, a precios razonables, impresoras con las que personalizar estas tarjetas plásticas y no desembolsar cantidades de dinero a terceros por adquirirlas. Son distintas y peculiares las características de este tipo de impresoras de tarjetas PVC respecto a las impresoras de ámbito cotidiano. Algunas de estas características son:
El uso de tarjetas de plástico está al alcance de cualquier empresa que necesite de estas para desarrollar de mejor forma su negocio. Igual que con la impresión de documentos, con la impresora de tarjetas PVC podemos personalizar e imprimir nuestras propias tarjetas y ponerlas en funcionamiento de forma inmediata. Un buen avance a nivel empresarial.
Digitalización empresarial desde cero