¿Qué es el aprendizaje colaborativo en la empresa?
Entendemos por aprendizaje colaborativo toda forma de adquisición de conocimientos o aptitudes, actitudes que se construye en grupo. Esta construcción implica que es el propio grupo quien busca y obtiene la información necesaria, sin que haya una persona que se la facilita. La persona que normalmente facilita la información, en el SOLE se limita a plantear preguntas cuya respuesta debe encontrar el equipo.
Los beneficios del SOLE y del aprendizaje colaborativo son muchos. Cuando el cerebro es quien busca y encuentra las respuestas a una pregunta, recuerda mucho más y con un detalle mucho mayor que cuando la información proviene de la palabra de otra persona o de una imagen proyectada en una diapositiva. Además, el nivel de implicación aumenta, así como la motivación intrínseca.
¿Cómo se pueden aplicar el SOLE y el aprendizaje colaborativo a la empresa?
Supongamos que en nuestra empresa entra un grupo nuevo de cinco personas que van a formar parte de un proyecto importante. Necesitamos que conozcan a fondo:
- El funcionamiento de la empresa y sus departamentos.
- La historia que tiene la empresa con el cliente al que corresponde el proyecto.
- En qué consiste dicho proyecto y cuál es su función en él.
Para ello, tenemos dos opciones.
La primera es utilizar la forma convencional de comunicación y reunirlos a todos en una sala, explicarles cómo funciona y cómo está estructurada la empresa, quién es el cliente para el que van a trabajar y los detalles del proyecto del que van a formar parte. Todo ello acompañado de gráficas y de diapositivas que ilustren las palabras de la persona que explica.
Este método, por supuesto, tiene sus ventajas: implica poco tiempo y permite que el nuevo equipo empiece a trabajar de inmediato. Pero precisamente estos puntos fuertes son también sus puntos débiles. Y es que, normalmente, cuando una persona recibe tanta información en tan poco tiempo es incapaz de aprender correctamente y enseguida tendrá dudas y cometerá errores, ambas cosas que acabarán consumiendo más tiempo del que se ha ahorrado con la explicación rápida. Las prisas no son buenas.
La segunda opción es dar una oportunidad al aprendizaje colaborativo y, más concretamente, al SOLE, para que el nuevo equipo de trabajo aprenda por su cuenta. Lo único que necesitamos es reunirlos con unos días de antelación al inicio del proyecto del que se deban encargar.
En este caso, la reunión en la sala será para darles la bienvenida y para plantearles los tres interrogantes, que son:
- ¿Cómo funciona esta empresa y cómo está estructurada?
- ¿Quién es el cliente y qué proyectos ha realizado ya con la empresa?
- ¿En qué consiste el nuevo proyecto con dicho cliente?
Y, tras haberles planteado estas preguntas, dejarles 4 ó 5 días de visita libre en la empresa para que investiguen, pregunten a los empleados y a los directivos, observen y busquen la información que necesiten en los archivos de la empresa a los que los empleados tienen acceso. Por supuesto, es necesario comunicarle antes al resto de la plantilla que deberán responder a las preguntas que les plantee este nuevo equipo.
Lo que se consigue con este método es mucho más. Mucho más conocimiento, mucho más recuerdo, mucha más motivación, mucha más implicación… Con lo cual, cuando estas nuevas personas empiecen a trabajar en el proyecto, si han investigado bien, sabrán a quién pedir cada cosa que necesiten, sabrán cómo abordar el proyecto de acuerdo a la filosofía y a la política de la empresa, sabrán cómo atender al cliente, tendrán menos dudas, cometerán menos errores por desconocimiento… En definitiva, sabrán llevar a cabo este proyecto con la calidad suficiente y todos los proyectos futuros de los que deban encargarse.
Creemos que todos estos motivos son suficientes para darle una oportunidad al SOLE en tu empresa.
