Por favor mándanos un email a marketingcanal@des.kyocera.com indicándonos el email con el que estás intentado acceder y te contestaremos con la nueva contraseña. Gracias
Si tu correo electrónico existe en nuestra base de datos, recibirás un email (consulta tu bandeja de Spam) con un enlace donde tendrás que hacer clic para que podemos restaurar tu cuenta. Gracias.
Puedes solicitar una nueva cuenta enviando tus datos al departamento de marketing de Kyocera (marketingcanal@des.kyocera.com). Tras la aprobación, enviaremos por correo electrónico una contraseña temporal.
Este área está restringidos a Partners y Empleados de Kyocera Document Solutions. Únete al Programa de Partners de Canal de Kyocera:
Cuando hablamos de liderazgo transformacional nos referimos a un tipo de liderazgo que se centra en el cambio, un cambio actitudinal, motivacional y perceptivo que el líder traslada a las personas con las que trabaja.
En este post vamos a hablar de 3 tipos de estimulación en el liderazgo transformacional que, si se trabajan de la forma correcta, pueden desembocar en esos cambios, con todos los beneficios que conllevan.
Cloud computing y movilidad en la empresa.
En primer lugar nos encontramos con la estimulación positiva, que es la más utilizada hoy en día.
La estimulación positiva parte del pensamiento positivo, que consiste en adaptar a las personas para que se centren en los aspectos positivos que tienen las cosas, por malas que sean. Las frases “unas veces se gana y otras se aprende” o “algunos se equivocan por temor a equivocarse” destacan lo positivo de situaciones en las que el resultado no es como lo habríamos querido.
En la estimulación positiva del liderazgo transformacional, es importante que el líder empatice con las personas a las que lidera y les enseñe a enfocar siempre hacia lo beneficioso de cada situación. Preguntas como “¿qué te llevas de esta experiencia?” ayudan a reflexionar y a ir adecuando poco a poco la mente para que, al final, sean las propias personas sin necesidad del líder quienes se autoestimulen positivamente.
Pero esta no es la única estrategia de liderazgo transformacional…
En la otra cara de la moneda de la estimulación positiva nos encontramos con la estimulación negativa. No es tan conocida ni utilizada, muchas veces por temor, pero también puede ayudar a conseguir resultados excelentes.
El liderazgo transformacional que utiliza la estimulación negativa se centra en evitar el dolor en lugar de aproximarse al placer. Como veíamos en el punto anterior, la estimulación positiva busca acercarse al placer experimentado por situaciones que no han salido como esperábamos. En cambio, la estimulación negativa utiliza impulsos para la reflexión como, por ejemplo, “piensa en cómo habría sido si hubiese salido peor” o “no es el fin del mundo ni de la empresa”. Es decir, utiliza la imaginación para poner la mente en una situación peor a la alcanzada y mitiga el dolor a partir de la comparación con dicha situación.
Si bien en el liderazgo transformacional la estimulación positiva suele funcionar con la mayoría de las personas, la estimulación negativa hay que manejarla con más cuidado. Si el líder no conoce bien a las personas que lidera o si no tiene cuidado, puede llegar a generar nuevos miedos en lugar de provocar un cambio positivo. Es por eso que el líder debe ser una persona empática y emocionalmente inteligente.
El tercer tipo de estimulación que vamos a ver en cuanto a liderazgo transformacional no es positiva ni negativa en sí misma, sino que la característica que la define es que surge de forma natural en las personas a partir del impulso que proporciona el líder.
Para entenderlo mejor, un ejemplo claro lo tenemos en las personas que, ante una tarea o situación determinada, se automotivan para superarla. El problema es que no todas las personas cuentan con este nivel de inteligencia intrapersonal.
Es entonces cuando entra en acción el liderazgo transformacional. En el caso de la estimulación intrínseca, el líder no tiene que centrarse ni en destacar lo positivo ni en comparar con lo negativo, sino en saber qué motiva y apasiona a cada persona para dirigir su atención hacia ello. Por ejemplo, una persona a la que le guste mucho el ajedrez, se le puede comparar con este juego la estrategia que está llevando a cabo la empresa y todas las tareas derivadas de ella. El objetivo final es que, a través del apoyo del líder, esa persona sea capaz de ir cambiando su enfoque para relacionar por sí misma sus deberes con sus pasiones cuando ambos no coincidan entre sí.
Como último apunte, es importante decir que estos tres tipos de estimulación en el liderazgo transformacional no se excluyen entre sí. Hay momentos en los que será conveniente utilizar unos y momentos en los que será conveniente utilizar otros. El verdadero líder es el que, conociéndolos, sabe cuál debe elegir en cada momento.
Digitalización empresarial desde cero