Por favor mándanos un email a marketingcanal@des.kyocera.com indicándonos el email con el que estás intentado acceder y te contestaremos con la nueva contraseña. Gracias
Si tu correo electrónico existe en nuestra base de datos, recibirás un email (consulta tu bandeja de Spam) con un enlace donde tendrás que hacer clic para que podemos restaurar tu cuenta. Gracias.
Puedes solicitar una nueva cuenta enviando tus datos al departamento de marketing de Kyocera (marketingcanal@des.kyocera.com). Tras la aprobación, enviaremos por correo electrónico una contraseña temporal.
Este área está restringidos a Partners y Empleados de Kyocera Document Solutions. Únete al Programa de Partners de Canal de Kyocera:
Las personas felices rinden más en lo que hacen, eso no es un secreto para nadie. Por ese motivo es tan importante que los directivos de cualquier empresa se preocupen por conseguir la felicidad en el trabajo para sus empleados.
En este post vamos a destacar tres aportaciones psicológicas y motivacionales que podrás aplicar en tu empresa para lograr esa ansiada felicidad en el trabajo que, por desgracia, tan poco se ve en el entorno laboral.
Cloud computing y movilidad en la empresa.
La primera aportación que destacamos es la de Ken Robinson, que definió el Elemento como el punto de encuentro entre lo que te gusta hacer y lo que se te da bien hacer. Los profesionales que disfrutan, que aman su trabajo, y que además lo hacen bien, son los verdaderos profesionales de éxito.
En lo relativo a felicidad en el trabajo, es vital que los empleados de una empresa sientan que se encuentran en su Elemento al realizar sus tareas diarias. Si cuentan con él, tendrán una motivación intrínseca que les empujará a quedarse con nosotros aunque otra empresa les ofrezca trabajar para ella.
Si una persona se encontrará en su Elemento o no, es algo que debemos analizar preferiblemente durante el proceso de selección de personal. Así no solo contrataremos a aquellas personas que hagan un buen trabajo, sino que también amen el trabajo que van a realizar dentro de nuestra empresa.
En el caso de no haber tenido en cuenta anteriormente al Elemento, es posible conducir a cada empleado hacia el suyo. Todo el mundo tiene algo que le gusta y que se le da bien hacer. La pregunta es: ¿cómo conectarlo con el trabajo que está realizando esa persona en concreto? Ahí es donde deben buscar una respuesta las mentes creativas de la empresa y de recursos humanos.
La segunda aportación que consideramos digna de mención es la del estado de flujo, un término acuñado por Mihály Csíkszenmihaly. El flujo es un estado en el que la mente se encuentra completamente centrada en la tarea que está desarrollando. En este estado no existen las distracciones y el tiempo transcurre a gran velocidad, pero solo ocurrirá cuando nuestras destrezas y la dificultad de la tarea estén equilibradas.
Para alcanzar el estado de flujo, debemos enfrentarnos a tareas que no nos resulten demasiado fáciles ni demasiado difíciles. Si son demasiado fáciles corremos el riesgo de aburrirnos, mientras que si son demasiado difíciles corremos el riesgo de frustrarnos y desmotivarnos. La facilidad y la dificultad de una tarea, por supuesto, dependen de las destrezas de cada persona: lo que es fácil para unos no tiene por qué ser necesariamente fácil para otros.
Si queremos proporcionar la felicidad en el trabajo a nuestros empleados, nos debemos preocupar de que se encuentren en estado de flujo mientras realizan sus tareas. Para ello les brindaremos apoyo cuando lo necesiten y procuraremos no darles tanto trabajo como para que el volumen de tareas les atosigue. De la misma forma, tampoco les daremos excesivamente poco como para que se aburran.
La tercera aportación que queremos mencionar es la fórmula del valor del trabajo de Victor Küppers. Según él, el valor de un trabajo es la suma de los conocimientos y de las habilidades, multiplicada por la actitud. Cuando una persona cuenta con estos tres componentes, además de realizar un trabajo de calidad, se siente feliz y satisfecha de él.
Por lo tanto, proporcionemos conocimientos a nuestros empleados a partir de la formación en áreas de su interés y que puedan aprovechar en el trabajo que realizan para la empresa. Proporcionemos la oportunidad de desarrollar sus habilidades a través de eliminar el miedo al ensayo-error. Proporcionemos actitud a través de un ambiente de trabajo cálido y amigable, a través de una motivación diaria en la empresa.
De esta forma, el Elemento, el estado de flujo y la fórmula del valor del trabajo deberían ser no solo políticas de recursos humanos, sino también actitudes inherentes a cualquier persona que trabaje en la empresa. Porque recordemos que las personas felices rinden más y son más productivas.
Digitalización empresarial desde cero