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Sufrir una rotura de stock es uno de los problemas más graves que puede sufrir una gran compañía internacional. ¿Por qué se puede producir? ¿Cuáles son sus graves consecuencias para nuestra compañía? Estos son los dos puntos que vamos a tratar en el interesante tema protagonista del artículo de hoy: la rotura de stock.
Cloud computing y movilidad en la empresa.
Hay varios motivos que pueden explicar una rotura de stock aunque los más comunes (y algunas veces evitables) son los siguientes:
Los proveedores suelen ser el eslabón más débil de la cadena de distribución de una gran compañía y, lamentablemente, pueden originar esa rotura de stock tan dañina para nuestra empresa. ¿La solución? Intentar fidelizar a nuestro equipo de proveedores intentando satisfacer sus necesidades económicas, gestionando rápidamente cualquier incidencia que surja en la relación comercial, etc.
Como ya hemos comentado varias veces en nuestro blog, garantizar una excelente comunicación interna entre los distintos departamentos de una empresa es fundamental para evitar todo tipo de problemas, entre ellos el que nos ocupa en el día de hoy: causar una decepción a nuestro mercado de clientes impidiendo que adquieran los productos de nuestra compañía.
La segunda causa más común de una rotura de stock es perfectamente evitable hoy en día: no contar con una herramienta avanzada de gestión y automatización de procesos que alerte inmediatamente de cualquier incidencia en el proceso de distribución.
Normalmente la ruptura de stock preocupa a los CEO y CIO de una organización por el impacto económico que produce la pérdida de ventas. Pero lamentablemente esa no es la única consecuencia del error, sino solo la más visible en los libros contables de nuestra compañía.
Sufrir una ruptura de stock conlleva importantes daños a una empresa y que, atención, adquieren mayor gravedad cuanto mayor sea la compañía y cuanto más altas sean las expectativas haya generado entre su millonaria cuenta de clientes. En concreto una ruptura de stock inesperada tendrá como consecuencias negativas más importantes las siguientes:
Como bien sabes, hoy en día garantizar la experiencia final de nuestros clientes es fundamental para la supervivencia y el crecimiento de cualquier empresa nacional o internacional.
Una rotura de stock que impida que nuestros clientes adquieran el producto que desean produce una frustración emocional directa, una sensación negativa emocional que, al madurar, puede evolucionar en una mala opinión de nuestros sistemas de gestión interna, de la capacidad y productividad de nuestro equipo de trabajo, de la calidad de nuestro trabajo, etc. De ahí a que los clientes difundan su descontento en nuestras redes sociales… solo va un paso.
La segunda consecuencia de una rotura de stock, la pérdida de credibilidad, proviene de la insatisfacción que hemos generado entre nuestros clientes al no poder atender su demanda de consumo. ¿El motivo principal?: el perfil tipo de un consumidor rodeado de ofertas que quiere que sus necesidades o deseos se vean satisfechos en el mismo momento en que surgen y que carecen de esa paciencia que caracterizaba a los clientes de décadas anteriores a la irrupción de Internet.
Una rotura de stock imprevista se va a convertir rápidamente en una fuente de conflictos entre los distintos departamentos de nuestra empresa, un grave escollo para ese trabajo colaborativo y en equipo tan necesarios para las grandes compañías con diversas sedes, oficinas y redes de colaboradores internacionales.
Toda la cadena humana que forma parte del proceso de distribución se va a ver afectada negativamente. ¿El resultado?: descontento personal y profesional, conflictos internos interdepartamentales, ruptura de la imprescindible comunicación interna, incumplimiento de objetivos, falta de productividad…
¿Quieres añadir más consecuencias directas de una rotura de stock? Escribe un comentario.
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