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Nuestra mente individual es presa de la mente social. Nuestros pensamientos y convicciones se ven influenciados por ideas sociales que provienen de hace muchos años y que ahora ya no tienen sentido.
En el terreno empresarial también sufrimos de ello. Por eso, en tantos lugares es tan necesario un cambio de mentalidad.
En este post vamos a hacer un breve repaso por aquellas ideas sociales más contraproducentes para la empresa y más arraigadas en el terreno empresarial, y veremos por qué no tienen sentido en la actualidad.
Esta idea proviene de hace siglos, cuando tanta gente trabajaba sudando al labrar la tierra, al cosechar, incluso tras la Revolución Industrial al realizar trabajos en cadena en las fábricas. Ese sudor y el cansancio que agotaba a esos trabajadores hizo que el trabajo se asociase con estímulos de dolor y no de placer.
Sin embargo, si bien antes se necesitaban trabajadores que realizasen trabajos mecánicos nada satisfactorios, ahora esos trabajos son realizados prácticamente en su totalidad por máquinas. Esto deja espacio para que se creen cada vez más profesiones nuevas que contribuyen a que los trabajadores utilicen su creatividad en el trabajo y, con ello, que lo disfruten. Hemos llegado a una época donde trabajo y placer sí pueden ir de la mano.
Y relacionado con esto va el siguiente punto.
Como antes los trabajadores no podían disfrutar de un trabajo que les hacía sufrir, la única forma de motivarlos era a través de un sueldo mayor.
Sin embargo, dado que ahora existen amplias posibilidades para conseguir que los trabajadores disfruten con su trabajo, un aumento de sueldo no es suficiente para motivarlos. Las empresas deben contribuir a su autorrealización profesional y a su satisfacción con lo que están haciendo.
La prueba de esto es que, a día de hoy, hay muchos trabajadores que cobran alrededor de 1500 € en una empresa en la que realizan un trabajo que no les motiva ni les aporta nada y, cuando les llega una oferta de empleo con un sueldo de 1200 € para realizar un trabajo que contribuye a su autorrealización y a su satisfacción personal y profesional, lo eligen sin dudar.
Otra de las ideas sociales en las que es necesario un cambio de mentalidad en la empresa es la de la poca seguridad de internet.
Es cierto que hace años internet era un sitio poco seguro, pero hoy en día, con los avances tecnológicos en medidas de seguridad, antivirus, cortafuegos, certificados SSL y otros cientos, internet no es tan peligroso como antes. Se puede realizar un pago en internet a través de tarjeta de crédito o se puede trabajar en la nube con la misma seguridad que se paga en el TPV de una tienda física o con la misma seguridad que se trabaja en papel.
Lo único que hay que recordar es que debe hacerse tomando las medidas de seguridad adecuadas. Exactamente igual que hacíamos con los métodos convencionales.
Esta idea es una de las que más perjudican a la innovación empresarial. La creatividad se ve limitada por dejar las cosas como están.
Pensémoslo. Si dejas algo como está porque funciona, ese algo siempre se quedará igual. Si se queda igual, no evoluciona. Si no evoluciona, no podrá ofrecer nada nuevo al consumidor. Y si no ofrece nada nuevo al consumidor, nuestros clientes se irán con la competencia que sí les ofrece cosas nuevas.
Lo que hay que hacer es experimentar e innovar con cautela. Si vas a desmontar un ventilador, toma nota de cómo estaban colocadas todas las piezas por si necesitas volver a montarlo. Así es como aprenderás cómo funciona un ventilador y podrás descubrir formas de crear cosas nuevas a partir de él. Y al igual que con el ventilador, ocurre lo mismo con cualquier proceso, producto o servicio empresarial.
Por todo ello, si adviertes que alguna de las ideas sociales que hemos comentado está presente en tu empresa, nuestra recomendación es que tomes medidas para cambiarlo.
Digitalización empresarial desde cero