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Si los datos son el activo corporativo más valioso, es fácil deducir que garantizar su calidad se convierte en un imperativo a la hora de llevar a cabo su gestión. En este sentido, la base de datos de clientes define su utilidad y, por tanto, su valor y capacidad para ayudarnos a optimizar recursos a partir de la calidad de los datos.
Esta es la razón por lo que necesita someterse periódicamente a una auditoría de calidad de los datos.Por un lado, una base de datos de clientes, como es bien sabido, debe ir enriqueciéndose. Será buena señal, por lo tanto, que sea cada vez más grande, pero ello conlleva problemas de calidad de datos. En la práctica, son claves las buenas prácticas que vigilen y corrijan problemas como la inconsistencia, la duplicidad, el formato, posibles pérdidas o errores, entre otras dimensiones de la calidad.
De lo contrario, podría ser que estuvieras a punto de tener un gran problema con la gestión de datos. Para asegurar todo esto y optimizar recursos, entre otras actuaciones, una auditoría de calidad de los datos será de gran ayuda.
La mala calidad en la base de datos de clientes, como es lógico, se traduce en un grave problema no solo para el departamento de ventas, sino para aquellos otros vinculados a éste. Pero no solo eso, porque al tratarse de un aspecto crítico de la organización, afectará de forma importante a toda ella, impidiendo la buena marcha de la empresa.
La cifra de negocio se verá afectada de un modo inevitable a consecuencia de una mala implementación de una base de datos de clientes, y además el problema irá en aumento conforme vaya pasando el tiempo.
Los registros incompletos, los errores tipográficos, la información desactualizada y/o no coincidente o, por ejemplo, la duplicidad de registros son algunos de los problemas más comunes de la calidad de los datos.
A su vez, la sincronización con datos de otras aplicaciones será mucho más problemática, por lo que se trata de un problema global que debe emprenderse en toda la empresa. En este sentido, se llevan a cabo proyectos de gestión de datos maestros, idealmente dentro de un adecuado marco de data governance.
De no llevarse a cabo estas iniciativas de gestión de datos la calidad se resentirá de forma permanente, con consecuencias indeseables que se plasmarán en el servicio de atención al cliente, en las campañas de marketing y en los esfuerzos de ventas.
A la hora de plantearte realizar una auditoría que ayude a identificar, medir y analizar problemas relacionados con la calidad de los datos de los clientes recurrir a terceros nos ayudará a llevarla a cabo con éxito.
No en vano, se trata de un proyecto complejo, sobre todo si tenemos en cuenta que nos enfrentamos a un desafío que exige muchos esfuerzos y, por lo tanto, también recursos. Los datos han de estar organizados, bien documentados, formateados y sin errores, sin dejar de abordar las distintas dimensiones de la calidad.
La especialización, así pues, resulta clave para completar de forma satisfactoria una auditoría de calidad de datos, al tiempo que liberamos a nuestro equipo para que pueda centrarse en sus funciones y responsabilidades fundamentales.
La auditoría, como hemos apuntado, nos revelará si hemos de limpiar la base de datos de clientes y cómo enfocar la estrategia para hacerlo. En todo caso, será importante emprender auditorías y las consiguientes limpiezas si se dan circunstancias como las siguientes:
Una periódica auditoría de la base de datos de clientes, en definitiva, nos proporciona datos de calidad gracias al establecimiento de una certera estrategia de gestión de datos. En este punto, es esencial el establecimiento de estándares de calidad de datos dentro de un adecuado marco de data governance, así como contar con presupuesto no solo para auditar sino también para realizar el mantenimiento y control de los datos de forma regular.
Digitalización empresarial desde cero