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El tiempo cambia y la era digital se extiende en el mundo entero, pero esto no significa que diversos sistemas, como la impresión, desaparezcan. La sociedad ha ido trasladándose cada vez más hacia una vida más conectada a la red, lo que ha desplazado los recursos impresos. Lo podemos ver en la forma en la cual revistas impresas de gran popularidad han ido abandonando el formato impreso para adoptar una edición digital.
No obstante, aunque esta tendencia se está viendo progresar, a nivel corporativo podemos ver que nos encontramos con diversos problemas en el momento en el cual intentamos eliminar la impresión en su totalidad.
Los estudios confirman que las personas que leen materiales impresos tienen un mayor interés y compromiso que usándolos desde Internet. Uno de los motivos de ello se encuentra en que quienes leen grandes bloques de texto se sienten más concentrados cuando no tienen elementos que les puedan distraer. Y aunque el material online es de fácil acceso, también significa que está cerca de millones de distracciones. En un material impreso se crea una relación privada entre el documento y el lector, así que no hay distracción posible.
Nos encontramos en un tiempo en el cual la sociedad consigue aquello que quiere y como quiere en pocos minutos. Ha pasado mucho desde aquella época en la que la gente recibía lo que quería como se lo daban. Ahora hay que proporcionar a los lectores suficientes opciones y canales de distribución para que seleccionen el que prefieran en todo momento.
La realidad es que sigue habiendo mucha gente que prefiere tener lo que lee en la mano. Quizá es por el tacto del papel o por la sensación de tener algo tangible. No hay una respuesta definitiva, pero el mercado sabe que muchas personas prefieren los documentos impresos.
El material impreso hace un trabajo muy adecuado a la hora de actuar con el material online, ya sea de forma promocional o trabajando mano a mano. Esto beneficia al proceso con un aumento de la credibilidad en los materiales impresos, algo que no ocurre con el formato online porque parece que cualquier persona pueda crear un documento disponible en Internet.
Puede no parecerlo, pero la impresión es más verde que los sistemas online. Cada vez que se imprime se necesitan árboles y eso afecta al medio ambiente. Pero la huella que deja esta impresión es de un único efecto. Con los servicios online se requiere energía cada vez que se accede a los documentos. Varios estudios muestran que la industria de la impresión utiliza un 1% de la energía global, mientras que los centros de datos de Internet consumen un 4%.
Sorprende, pero la impresión destaca hoy día. Los tiempos en los que recibíamos un correo electrónico y nos sorprendíamos han pasado. Ahora es lo más normal del mundo, porque recibimos 1000 correos al día y no es algo que nos suponga un impacto especial. Y eso es lo que hace que las impresiones destaquen, porque ya no son tan comunes como lo eran antaño. Por otro lado, las impresiones clásicas ayudan porque fuerzan a absorber el contenido al ralentizar el proceso de consumo, convirtiéndolo en un sistema más efectivo, sobre todo en el sector de la educación.
Los datos hablan por sí solos: en los primeros meses de 2015 las ventas de eBooks cayeron un 10% según la información desvelada por la Association of American Publishers en Estados Unidos. Debido a ello, se está retirando el apoyo a los eBooks y aumentando la inversión en impresión tradicional entre editores del mundo entero.
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